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Fotógrafo Colombiano


Carlos Saavedra

Hijas de Huitaca

Huitaca fue considerada una Diosa por el pueblo muisca que habitó el Altiplano Cundiboyacense (Colombia). En varios relatos es considerada como la esposa rebelde de Bochica, el organizador social. El particular atractivo de Huitaca residía en su temperamento indómito , juguetón y desenfadado. Huitaca representa la luna, el agua, la maternidad pero también la fuerza independiente de la naturaleza, el poder germinal de la tierra, la alegría irreverente, los oscuros y fértiles misterios de la vida y el deseo que ocurren bajo el manto de la noche. 

Cuenta la leyenda que la Diosa fue convertida en lechuza, eterna soberana de la noche cuyos ojos encarnan el misterio de la oscuridad.

Desde entonces el ímpetu de su influjo pervive velado en el alma de sus descendientes. El fotógrafo cartagenero Carlos Saavedra anduvo por recónditos pueblos y veredas del país en busca de Las Hijas de Huitaca para seguir los rastros ancestrales y primigenios de su descendencia.

En esta colección podemos apreciar que todas estas mujeres comparten una fuerza misteriosa al observar sus retratos, fotografías que Carlos consiguió captar permitiéndonos así vislumbrar por un instante sus secretos: ancianas con un brillo casi pueril en su mirada de ilusión o en su mohín de enfado. Niñas que en sus ojos parecen reflejar secretos ancestrales. Algunos con los rostros acanalados por arrugas que recuerdan raíces centenarias o las cansadas marcas de los surcos del arado. Otras lucen francas sonrisas cuya dentadura recuerda los torcidos e intrincados senderos del destino.


































































Estefanía González Vélez
La Ventana Indiscreta

Medellín


Pareciera que ahora todos quieren ser vistos, pero nadie quiere que lo vean mirando...

De mi ventana hacia fuera veo otras ventanas. De esas ventanas hacia dentro, veo las residencias de mis vecinos. Tengo enfrente un edificio de 18 pisos, cada uno con 4 apartamentos, de 70mt o 120mt. Tres habitaciones, dos baños, una cocina, un patio de ropas y una sala-comedor. En cada piso, de mi lado, hay dos apartamentos; algunos que conozco, otros impenetrables. 

Los hay simples, aburridos, caóticos, tranquilos, interesantes, enigmáticos. A través de las 3 ventanas que me miran, veo la cotidianidad de unos desconocidos, cuyas casas habito desde el otro lado de la calle con una cámara, con historias imaginadas, con mi propia construcción de ese mundo de los otros. ¿Qué hacen? Qué comen? ¿De qué hablan? ¿Por qué no salen de su casa? ¿por qué nunca están? ¿Qué pasa en ese resto de casa que no veo?

Veo los objetos, su disposición en el espacio; veo sus rutinas, sus acciones; veo su desorden y su propio orden. Veo vecinos que se van y otros que llegan; el primer gesto es siempre mirar por la ventana y cuando nos ven a los del frente: un montón de desconocidos, de lugares privados, ajenos, no vuelven a mirar. Veo sobre todo que no me ven.

Hace dos años observo sistemáticamente a mis vecinos; les tomo fotos y las publico en mi blog, las imágenes son como la vida: se repiten día tras día. Cuando los miro, pienso cómo pueden hacer todos los días lo mismo, y me veo a mi misma repitiendo parte de mi ayer. 

Y cuando los miro pienso también ¿por qué no me miran? ¿por qué permiten que los vea pero no me miran? ¿Será que temen invadir el espacio íntimo de un desconocido, y descubrir como yo, que detrás de cada ventana no hay nada más que una residencia como la propia?, ¿descubrir que todos somos tan rutinarios, tan comunes, tan simples, tan básicos y aun así, detrás de cada ventana hay una historia?. 

La historia de quien decida ver.

Todas las fotografías a continuación han sido tomadas desde la ventana de mi apartamento.

Biografía

Medellín (1981). Realizó estudios de Artes Plásticas en Bellas Artes (2005) e Historia en la Universidad Nacional (2007). 

Actualmente es candidata a Doctora en Ciencias Humanas y Sociales de la Universidad Nacional. 

Ha participado, entre otras, en las exposiciones colectivas “Nosotros también pintamos” (Museo de Arte Moderno de Medellín, 2002), “Salón estudiantil de artes plástica” (Bellas Artes, Medellñín, 2003)“Coronamos en París” (Miss China Beauty Gallery, París, 2004) y en la exposición individual “Trans-cursos” (Taller 7, Medellín, 2005). 

Correo electrónico: estefania39@gmail.com













































GABRIEL ROJAS
Gramalote no es Fantasma

Gramalote no es fantasma, da cuenta de lo sucedido en este municipio de Norte de Santander, dos años después e intenta mostrar cómo a pesar de que el estado ha incumplido su responsabilidad para restablecer los derechos, la comunidad implementa estrategias para recuperar sus propios derechos por medio de la memoria, la apropiación de los espacios, y  de las expresiones artísticas para reivindicar sus derechos culturales.

Es así como los hombres y mujeres, niños, niñas, adolescentes, adultos y personas mayores resisten el olvido y la indiferencia e intentan demostrar en silencio, pero sin pausa, que Gramalote, era más que un conjunto arquitectónico, en donde la fuerza de los  vínculos entre sus habitantes y con el territorio resulta más fuerte que la lluvia torrencial, la falla geológica y el olvido de un Estado indolente, por ello es que Gramalote es mucho más que una historia, una memoria y un sueño, es una realidad. 

Biografía

Fotógrafo y diseñador gráfico egresado de la Universidad Nacional de Colombia.  Profesor del Diplomado en Fotografía e imagen digital de la Universidad Nacional.  Co-fundador y coordinador del ciclo de conferencias Variaciones Cromáticas, junto a Jorge Panchoaga, espacio enfocado en la reflexión y la práctica del quehacer fotográfico en el país, invitando a participar a fotógrafos profesionales de gran trayectoria y a jóvenes talentos emergentes. 

Este ciclo tiene lugar en la Universidad Nacional desde el 2011. Miembro fundador de La Manada, colectivo de fotógrafos que se han asociado con el propósito de compartir miradas sobre los sucesos de su tiempo, explorar espacios y disfrutar del ejercicio de hacer fotografía de manera reflexiva, con rigor profesional.

Ganador en el 2008 del Woophy International Photo Contest ‘What’s news to you’; en el 2010 gana el Concurso de Fotografía Histórico de la Universidad Nacional; en el 2012 gana el premio: Crónica fotográfica de la Carrera séptima organizado por Idartes, con su trabajo "Historias Mínimas".   

Obtuvo Mención de Honor en el Concurso de Arte Joven de Colsánitas; ha sido artista de la semana en la Revista Bacánika y ha expuesto su trabajo en el Mac, Galería La Central, Idartes, y Fotomuseo, entre otros.   

gabrielrojasm@gmail.com
http://www.flickr.com/photos/grojasm/




































































JUAN JOSÉ HORTA SOTO

Reportero Gráfico Publimetro 
DOBLEMENTE VICTIMIZADOS

Las heridas que ha causado el conflicto están lejos de sanar del todo, a pesar de los avances logrados en esa dirección.

Dos años después de que se sancionara la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras, han sido varias las familias beneficiadas y los programas desarrollados con miras a apoyar a esos millones de colombianos a los que la violencia les borró la sonrisa del alma.

Son muchos los que podrían sorprenderse al enterarse de los vejámenes a los que son sometidos algunos, bastantes en realidad, nacidos en este territorio de ‘pasión’ del que aún se atreven a asegurar que es el más feliz del mundo.

Historias de no creer en las que el miedo, el dolor y la crueldad son los protagonistas. Relatos de cuchillos que atraviesan un vientre de extremo a extremo, o de gritos de gente que es picada viva.

Y más allá de lo duro de la situación, existen casos de víctimas que son dos veces víctimas. Colombianos que deben sumarle al episodio de horror de la guerra la exclusión por su condición sexual o por el hecho de llegar a un territorio en el que no son del todo bienvenidos.

La comunidad LGBTI, los discapacitados y aquellos desplazados que decidieron refugiarse en la isla de San Andrés y Providencia (cerca de 250), hacen parte de los que son víctimas dos veces. Aquí están algunas de sus historias:

















“Yo quiero quedarme en San Andrés”

Humberto Ariza es de Villa Nueva (Bolívar), y llegó a San Andrés en 1997 como víctima del desplazamiento forzado. “Querían a mi papá o a mí y nos fuimos a la isla porque un hermano vivía ahí”, cuenta. Confiesa que allí es el único sitio donde se han sentido seguros, pero advierte que a veces tienen que correr más que cuando le huían a la violencia. “Es una persecución horrible, ni a los delincuentes los tratan así”, dice refiriéndose a la temida Occre, que se convirtió en el ‘ogro’ de los desplazados. “Con el trabajo que venimos haciendo con la Unidad de Víctimas ya no nos molestan tanto, pero igual no podemos trabajar, por lo que nos toca vivir del rebusque”, apunta.



“Mi condición sexual nos puso en el ojo del huracán”

A Nora no le importa que le digan ‘cacorra’ y ‘arepera’. Con una sonrisa en su rostro confiesa que ama a su pareja, y a pesar de lo que ha tenido que sufrir -muerte de sus familiares y desplazamiento forzado-, confiesa que es feliz. A la medianoche del 12 de octubre de 1997 tuvo que ver cómo un paramilitar le atravesó un cuchillo a su hermano. “Ella era una chica trans, antes de matarla nos enviaron un volante que decía ‘el homosexual es un peligro para la sociedad, gas los maricas’. El tipo ese le enterró un puñal en el vientre, se lo subió y volvió y se lo bajó”. Eso fue en Sevilla (Valle) de donde Nora tuvo que salir días después con su mamá, su hermano, dos hijas de una hermana a la que también asesinaron después de violarla, y su novia, con la que ha compartido risas y llanto desde hace 15 años. “Tener que dejarlo todo, donde no aguantábamos hambre, para irnos a una ciudad en la que no conocíamos a nadie fue muy difícil”, cuenta. Ahora Nora es líder de la comunidad residencial en la que vive y, aunque siguen los señalamientos, espera que algún día la sociedad sea más tolerante y solidaria.



“Estoy dispuesta a irme pero con condiciones”

Son varias las preguntas que se hace Yairis Meriño, una de las desplazadas que por cosas del amor eligió a San Andrés para huir del conflicto. Luego de vivir una historia de terror por culpa del conflicto, conoció al papá de sus dos hijos y se fueron a la isla donde él nació. “La gente decía que no podíamos estar ahí por ser desplazados, pero entonces ¿dónde están nuestras garantías?”, se cuestiona Yairis. Ella entiende que la isla es pequeña pero exige buenas condiciones para poder salir de allí y ser reubicada. “No puede ser que uno se sienta más desplazado que del sitio de donde viene porque todo el mundo lo discrimina. Se supone que esto también es Colombia”. concluye.




“Un cilindro me quitó la pierna”

María Clementina Murillo nunca va a olvidar el 25 de octubre de 2001. Ese día el ataque de los frentes 50 y 29 de las FARC en contra de la estación de Policía, frente a donde ella trabajaba, terminó con la pérdida de su pierna izquierda. “Ese mismo día se había vencido mi contrato con la empresa de la que era empleada. Yo fui la única afectada de gravedad por la toma pero una magistrada falló en mi contra, por lo que me quedé sin ninguna indemnización”, cuenta María Clementina.




“Mi error fue estar en el lugar equivocado”

A sus 37 años de edad, Fidelina Sarabia ha vivido más que muchos. Es madre de tres hijos y hace poco la hicieron abuela, pero por temas de seguridad vive sola en un cuarto de San Andrés, a donde llegó en 2005 luego de que los paramilitares la amenazaran en el Magdalena. “Mi error fue estar en el lugar equivocado. Pasé por una finca, escuché gritos y al entrar en ella estaban picando a un hombre vivo”, cuenta. En la isla las cosas no mejoraron. Un hombre la acusó ante la Oficina de Control, Circulación y Residencia (Occre) de estar en San Andrés sin los papeles requeridos. Ahora es líder de los cerca de 250 desplazados que viven allí en las mismas condiciones.




“Los grupos armados nos persiguen garrafalmente”

Johan Stiven García tuvo que salir corriendo de la comuna cinco de Medellín, donde hacía las veces de líder comunitario al tiempo que defendía los derechos de su comunidad LGBTI. Primero, se desplazó a otro barrio de la capital de Antioquia, pero hasta allá llegaron las amenazas de los grupos paramilitares que descalifican de tajo a los LGBTI, por lo que tuvo que irse a Risaralda. Según Johan, son muchas las familias doblemente vulnerables al conflicto, por el hecho de tener a un ‘marica’ en la casa. “Nos persiguen los paras, la guerrilla, las BACRIM también, así no sean catalogados como generadores de víctimas del conflicto, pero todos nos persiguen por la condición sexual”, cuenta Johan, para quien la razón de esta ‘‘fijación’’ se debe a la “idea errónea que se ha vendido acerca de ser LGBTI”. “Somos catalogados personas generadoras de enfermedad, generadoras de trastornos en la sociedad”, dice.

ESTEBAN VALENCIA

Diagnóstico Reservado
Retrato de un hospital psiquiátrico infantil.

La cotidianidad también recorre los espacios del hospital psiquiátrico en la Finca La Palestina. Aunque hablar de igualdad resulta siendo un eufemismo para expresar su condición y puede resultar paradójico, es precisamente la rutina de su diario vivir y su largo sobrevivir, lo que indudablemente nos recuerda la corta distancia entre sus estados mentales y los nuestros.


Este trabajo pretende reivindicar la noción de la locura, la experiencia de lo insólito y la transición de la insania a la manifestación visual. Cruza la brecha que nos aleja de esta realidad y se presenta como una bitácora de la cotidianidad de sus condiciones, logrando unirnos como seres humanos. Es también una cartografía sobre sus internos, un glosario personal de su vida diaria, y una guía por la sociedad de quienes han sido aislados socialmente.

Biografía

Técnico en fotografía egresado del instituto de artes IDEARTES, y estudiante de fotografía documental 1 y 2 de la academia Yurupary de Medellín. Ha desarrollado diferentes proyectos documentales con fines académicos en los cuales cabe resaltar “Diagnóstico Reservado”.





































DAVID FELIPE RINCÓN
MIRADAS CAMPESINAS: LA VOZ DE LOS QUE NO TIENEN VOZ


Campesinos de todo el país se han volcado a las vías para hacer parte de un paro agrario nacional que cada día cobra más fuerza. Ellos sufren las consecuencias de las protestas. Se están quedando sin comida, pero siguen en pie de lucha. 

Estos retratos son tan solo un homenaje a esas miradas olvidadas. A esas miradas que por mucho tiempo no tuvieron voz y que ahora gracias al paro son escuchadas, miradas que han vivido casi invisibles, miradas campesinas, que tienen un mensaje para el Gobierno y el Presidente.

Iván Cazallas Ayala:

Estoy de acuerdo con el paro, el presidente no tiene la culpa, los ministros que el manda no le están poniendo cuidado, se lo están pasando por la faja , los insumos están muy caros.

Juan Bautista Ruiz:

Para mi en primer lugar el paro campesino es muy legal, el gobierno siempre abandono el campo y el actual presidente solo se ha dedicado a el proceso de paz a negociar con la guerrilla y a entregarle el país a esa gente.

Giraldo Herrera Quiroga: 
El paro es bueno, al presidente no le diría nada con paro o sin paro con acuerdos o sin acuerdos igual mañana me tengo que levantar a seguir trabajando la tierra, siempre será el mismo olvido.

Miriam Beltrán Parra:

Peleamos por nuestros derechos y por las cosas que necesitamos, si yo tuviera al presidente al frente me desahogaría con el, desde el hasta todos los políticos siempre nos usan, cuando están arriba no nos voltean a mirar.

Lucila Quiroga:

Tanto tiempo de olvido no creo que vaya a cambiar, no podemos pasar nuestra propia comida.

Anatilde Peñuela Díaz:

Con el paro igual todos nos estamos perjudicando, el presidente a incumplido muchas de las cosas que ha prometido.

Oscar Fernando Peña:

Que arreglen de verdad de verdad nos tienen fregados, que solucionen rápido nuestras peticiones, nos estamos quedando sin comida.

Pedro Antonio Beltrán:

Lo primero que digo es que estoy con el paro , pero debe haber paz, por favor que el presidente nos ayude que nos dejen trabajar, que nos de las condiciones para poder dar y tener comida.

José Beltrán:

Nosotros vamos a pelear siempre por nuestros derechos, necesitamos trabajar la tierra.
Fabio Quintana:
El abandono de nosotros los campesinos a sido de toda la vida, le solicitamos al presidente que nos ayude con el tema de los intermediarios, nos mantendremos en el paro la idea es sin violencia , pero estamos firmes, presidente gracias por que ha colaborad mucho en este gobierno, pero se a olvidado de muchos sectores campesinos sobre todo los mas pobres

María Rincón:

He vivido toda la vida en el campo y nunca fuimos escuchados, la unión de los campesinos del país debe tener alguna respuesta.

Evelio García:

Apoyo con totalidad el paro, pero nosotros mismos nos estamos viendo afectados, ojala se solucione el tema de los insumos y del combustible, es muy importante que el presidente este al frente de esto.

Biografía

Nací el 28 de mayo de 1984 en Bogotá, profesional en medios audiovisuales con énfasis en fotografía del Politécnico Gran Colombiano, amante de los retratos y fiel creyente de que las mejores historias se pueden encontrar en las situaciones mas simples y con los personajes mas comunes. Me desempeño actualmente como coordinador de fotografía en el portal de internet Terra Colombia. www.terra.com.co

















































Diego Andrés Sánchez Alzate
Fotógrafo freelance

Niñez arraigada, las víctimas del desplazamiento en Colombia



El desplazamiento en Colombia, por causa del conflicto armado, es hoy, uno de los principales problemas que tiene este país. El gobierno Colombiano habla de 3,5 millones de desplazados internos, pero las ONG dan cifras de más de 5 millones.


Niñez arraigada, las víctimas del desplazamiento en Colombia, es una serie que aparece desde el 2011, como proyecto de investigación sobre la migración del campo a la ciudad, por causa de la violencia, y su impacto social.

Tomando como punto de partida un pequeño barrio de invasión, de aproximadamente 2000 habitantes, escuchar sus testimonios y observar sus condiciones de vida, el resultado es, como en muchas otras realidades colombianas, una generación de niños que crecen olvidados por el estado, carentes de educación y oportunidades. Es una generación arraigada de su tierra, de su identidad y de su razón de ser.


Biografía



Fotógrafo de viajes, nacido en Marinilla (Colombia). Ha sido reportero y editor gráfico del periódico Contexto, director del grupo de fotografía de la Fundación Entretodos y fotógrafo freelance para diferentes medios. Como investigador ha obtenido reconocimientos sobresaliente en encuentros como el Nacional e Internacional de Semilleros de Investigación. Además dictó una serie de videoconferencia sobre narrativa visual a Camboya y acaba de ser parte de la producción del libro "La Ruta de Condor", sobre los nevados colombianos. Actualmente es parte del Staff de la revista Mas Viajes de Madrid.

Portafolio: http://goo.gl/Wm3PI



































Lina Alejandra Gutiérrez Hincapié
Palmira- Valle del Cauca

Hay historias ajenas y propias que me han llevado a la reflexión de los acontecimientos diarios que se presentan o se me han presentado y que han creado en mí el deseo y la necesidad de documentarlos y comunicarlos, las razones son diversas pero hay un sentimiento constante que aparte de crear y dar a conocer algunos estilos de vida es el de establecer una conexión real e indirectamente el de darme a conocer. 

Cada fotografía tiene una parte de mí, en cada una de mis fotografías soy yo sin serlo, es mi forma de expresión y es un camino para abandonar el túnel que me acecha.
Mi principal incentivo fue mi hermana diseñadora de modas hoy en día, ella me pedía ayuda para fotografiarla con sus diseños. 

Las culturas de alguna manera forman parte de mí de ahí que desee comunicarme en un lenguaje distinto...

"Porque después de todo he comprendido que lo que tiene el árbol de florido vive de lo que tiene sepultado" 

Biografía

Mi nombre es Lina Alejandra Gutiérrez Hincapié, actualmente me encuentro cursando 10° grado de secundaria en el colegio San Vicente en la ciudad de Palmira- Valle del Cauca; mi pasión es la fotografía la cual realizo de forma amateur desde hace más de un año, participando en importantes conciertos como fotógrafa de artistas tales como Aqualatica de Argentina, Diego Ágreda colombiado radicado en Argentina, Lucas Arnau cantante colombiano y Enrique Bunbury. He asistido a los talleres de fotografía.


Igualmente asistí al Primer Festival de Fotografía FOTOENLACE celebrado del 18 al 23 de febrero de 2013 y realizado en la Universidad Jorge Tadeo Lozano de la ciudad de Bogotá D.C., evento que fue organizado por Fotógrafos al Mundo y el ICP.


Portafolio: http://goo.gl/Wm3PI



































































Valentina Castaño
Autorretrato

Ficha Técnica
Fotografía digital
Full color
Tamaño 40*60 - 8 imágenes 
Buenos Aires, Argentina 2011


Marco conceptual

Esto es un intento para ayudar a mi memoria, un enfrentamiento conmigo misma, con  lo que soy yo como imagen. La narración de mi cotidiano y la exposición de mi intimidad.
Cada existencia teje una historia a través de sus  actos más espontáneos y más sutiles, la intimidad es un espacio que los seres humanos compartimos de manera individual, es por esto que este ejercicio se convierte en un disparador de las historias personales de quien logre identificarse con cada imagen. Una serie que  ayuda a recordar y a recordarme.
Una carta de despedida para mí y una seducción para aquellos que se arriesguen a leer sus propias historias.





















































Juan Manuel Barrero
Amenaza Invisible

El pueblo indígena Awá habita en la zona suroccidental de Colombia, en los departamentos de Nariño y Putumayo, y en la parte noroccidental de Ecuador. Su territorio es escenario de un conflicto muy intenso entre distintos actores armados legales e ilegales, entre los que están las FARC, ELN, AUC, Ejército Nacional de Colombia, Bandas Emergentes y delincuencia común, que pelean por el control del territorio para la movilidad de armas, tropas, salida de droga, además del cultivos de uso ilícito y tráfico de insumos para el procesamiento de drogas.
Además el territorio del pueblo Awá es rico en recursos mineros y madereros que genera intereses en industrias dedicadas a la extracción de estas riquezas y a los megacultivos agroindustriales, como la Palma Africana.

Bajo esta óptica el pueblo Awá vive desde el año 2000 una situación de vulneración de sus derechos fundamentales por parte de todos los actores armados, legales e ilegales y corren el riesgo de extinguirse si no se hace algo en el presente.

El pueblo Awá ha sufrido varias masacres en el último año, en donde 40 indígenas Awá  fueron asesinados, de los cuales 28  sucedieron en tres masacres (4 de febrero en el resguardo Tortugaña Telembí, 10 de mayo en el resguardo Ñambi Piedra Verde y el 26 de agosto en el resguardo de Gran Rosario), dos desplazamientos forzados masivos (Tortugaña Telembi aproximadamente 400 personas, Gran Rosario aproximadamente 300 personas).

Estas fotografías reflejan su cotidianidad con una amenaza invisible constante, que acecha detrás de cualquier árbol de la selva o de cualquier meandro del río o cualquier curva del camino.Una amenaza invisible, porque todos saben que ahí están los actores armados, pero no se sabe cuándo, dónde ni a quien afectará su accionar.



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